¿Y si me voy?
¿Y si, por fin, me miro de frente
y dejo de encorvarme ante sus castigos
solo para que él se sienta mejor?
¿Y si me marcho,
si tomo el micrófono
y cumplo mi promesa
de no dejar que me oprima más?
¿Y si dejo de esperar
que su mano me marque otra vez,
creyendo, tonta de mí,
que será la última
vez que escuche tanto odio
brotar de su boca?
¿Y si me marcho?
¿Y si releo
aquellos "no negociables"
que un día escribí
para recordarme
que no nací para ser pisada?
¿Y si no es para tanto?
¿Y si sí lo es?
¿Y si el camino se dibuja al andar
y cada paso que doy
me revela lo que ya sabía?
¿He elegido su senda?
la de sus insultos,
sus malas caras,
sus culpas que me lanza como piedras,
su falta de empatía,
sus normas tan rígidas
que un suspiro distinto
se vuelve traición…
¿Y si me marcho?
Tal vez…
ya lo estoy haciendo.