Voy a
daros algunos consejos que creo que nos pueden ayudar a todos a ser un poquito
más felices y a tener menos problemas con familia, amigos y con nosotros mismos.
Por supuesto hay que alejar el egoísmo, buscar buenas amistades, ser bondadoso…
pero a veces necesitamos cosas más concretas que todo eso. Debo aclarar que yo
solo los voy a recoger y a proporcionároslos, ya que esto es una CADENA DE CONSEJOS y no
todos son míos; aunque, ¿pertenecen realmente los consejos a alguien?
“¿Y si paras un segundo?” Haría falta que nos dijesen eso a todos de vez en
cuando. En esos momentos en los que no sabes qué hacer, cómo reaccionar o cómo
afrontar algo es necesario tener a alguien a tu lado que te diga que respirar
diez veces es muy sensato y te ayudará a enfriar la cabeza y el corazón.
Detén el tiempo. Una vez me dijeron que intentase detener el tiempo,
observarlo todo como si fuera la escena de una película ralentizada. De esa
forma tus emociones también irán más despacio y se calmarán; las cosas en
caliente no son buenas y es algo que TODOS, jóvenes y mayores, debemos
aprender.
Disfruta
de la felicidad de los tuyos. Al mismo tiempo, cuando estés rodeado de un
momento de felicidad, apártate un poco y quédate callado admirando esa bonita
estampa con los tuyos durante tan solo 15 segundos. Esas caras conocidas que
brindan un gesto amable y sincero son la batería que necesitas.
No hagas los problemas de otros tuyos. No dejes que te afecten tanto.
Nos pasa, y sobretodo a las mujeres, que nos preocupamos demasiado si un@ amig@
nos cuenta algo que le ha ocurrido. Al final acaba perjudicándonos más a
nosotros, incluso una vez finalizado el problema. Te agotas emocionalmente y al
llegar a casa cuando alguien que siempre va a estar ahí de verdad te necesita,
estás tan saturado que no les prestas atención y acabas decepcionando a los que
de verdad lo darían todo por ti.
Di siempre “te quiero”. No como coletilla. Me explico: no acabes siempre
una conversación con quien sea diciéndolo, pero tampoco lo obvies. ¿Cuántas
veces les dices a las personas que te quieren eso? ¿Crees que son suficientes?
Sin embargo, hoy en día se regalan muchos “te quiero” pero en absoluto se
demuestran. Qué fácil es acordarte de una persona un día al mes porque “es
cuando os conocisteis” o “es que l@ hecho de menos ese día”. Los corazones no
tienen un botón de on/off.
Déjate ayudar: Apóyate en los demás. Quizá esto sea contradictorio con el
consejo número 4 pero puedes contar con ellos si no se dejan afectar ni se
implican mucho. Todos hemos tenido algo que nos ha cambiado por dentro; los
demás lo notan y si no te dejas ayudar no vas a “salir del pozo”. Las personas
que te quieren están ahí. Coge su ayuda y no pagues con ellos lo que te está
amargando. Si “eso” se prolonga durante meses acuérdate de que siempre hay luz
al final del túnel y sigue adelante.
Eres dueño de lo que callas y esclavo de lo que dices. No confíes tanto en personas
que a la hora de la verdad no darían nada por ti, ni siquiera un voto de
confianza. Mucho menos confieses secretos u opiniones de otros ya que luego te
arrepentirás y es mejor prevenir que curar.
No
esperes nada a cambio. Hacer
algo es menos complicado si se tiene una motivación, pero creo que cuando se
trata de hacer algo para los demás no podemos ayudarles esperando algo una vez
finalizada nuestra ayuda. Hemos de tener todos un poco más de fe, ya no en
alguna religión en concreta sino en nosotros mismos y en las personas.
Depositemos un poco más de fe en los que nos rodean. Es una cosa que todos
sabemos pero desde mi experiencia creo que no lo habría comprendido de no haber
empezado a formar parte del grupo scout. El compañerismo, el encontrarte a ti
mismo, la confianza que se consigue conviviendo con personas muy distintas a ti;
todo eso te hace aprender que un “gracias” acompañado de una sonrisa es la
mejor recompensa a cualquier trabajo.
Haz de
tu vida una aventura. Busca lo
raro, lo distinto, la autenticidad, todo aquello que sea susceptible de
convertirse en una aventura y no discrimines a los que no sean como tú,
respétalos. ¿De verdad te apetece ser como todos y seguir las modas? En ese caso bien, pero te aseguro que te
perderás todo lo bueno de la vida.
1 No pierdas la sonrisa. Flaquearás, caerás, perderás, llorarás, querrás
tirar la toalla, estallarás de rabia… nos quedan a todos muchas cosas que vivir
y que sentir. Sea como sea, no debes perder nunca la sonrisa. Aunque sea en tu
interior y no la muestres ya que es preferible una sonrisa verdadera a medias
que una entera y falsa. Es el mayor acto natural de alegría y de felicidad ¿o
acaso alguien enseña a un niño recién nacido a sonreír?
Después de estos 10
consejos espero que hayáis reflexionado y que los tengáis en cuenta cuando
estéis en alguna situación comprometida. Os dejo mi email (mariadoloresgutierrezsaez@hotmail.com) por si alguno quiere enviarme un consejo que le
parezca interesante, una experiencia o alguna sugerencia. Recordad, LO MEJOR
AÚN ESTÁ POR LLEGAR.