Desde pequeña, cuando se imaginaba con el Príncipe Azul abrazada, solía dibujarle sonrisa de rana. No quería nada perfecto, ni que su vida fuera regalada, todo sin esfuerzos. No quería responsabilizarse de cosas como elegir el color de las cortinas del próximo baile de máscaras. Ella quería crecer, quería hacer algo importante, con sus manos y sudor. Ella quería ser querida por lo que se ganase, no por lo que era.
Llegaron mucho príncipes azules: guapos, encantadores, con cabellos dorados como los de los ángeles y sonrisas que rozaban la perfección más absoluta. Todo lo que le aburría. Era tedioso hacer el papel de niña buena y tonta, de indefensa princesa que se siente vacía sin alguien valiente que la proteja.
Un día, apareció algo nuevo. Era distinto, no destacaba, quizá sí, en que pasaba tremendamente desapercibido. Era un chico normal y corriente. Pero la princesa supo que era diferente, que guardaba el secreto del amor bajo un magnetismo asombroso. Sus ojos, negro azabache, de ácida ternura, áspera brisa y cáustico humor la atraparon. No era un príncipe, era aquella rana que ella se imaginaba. Era su príncipe del color arco iris.
Pero no, las princesas tienen que ser sumisas, frágiles, de bella tez y dedicarse a...a lo que quiera que se dedicasen las princesas. No pueden estar pensando en falsos pretendientes, ni en salvar el mundo con su lucha diaria sin medallas. No pueden tratar de ser independientes y fuertes.
Harta de jugar a sueños pequeños, buscó algo más interesante. Buscó sus labios. Cerró los ojos y lo besó. Dulce sabor de libertad. "No, you are not gonna break my soul". Ya está bien. Rechazo al trono. Rechazo al oro, las joyas, el lujo, la vida regalada, las tierras. NO QUIERO NADA. Solo un príncipe color arco iris, que me diga que mañana saldrá el sol en nuestro reino, cuyos territorios irán desde un extremo de la habitación al otro.
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...mi reino por un beso...
ResponderEliminarPues no hay en el mundo hombres y mujeres infelices por relaciones de conveniencia.
Será más conveniente vivir más humilde y optar a ser feliz.