Hoy quiero dejar claro que ya está bien, no quiero más sobredosis de tierra encima. No quiero más falsedad, ni que hagan un esfuerzo por demostrarme cómo de mala he sido. Hoy solo quiero tenerte, a ti, a mi. Solo quiero que llueva una tarde más y que, entre una manta y café, darme cuenta de lo mucho que importan algunas cosas y cuán insignificantes son otras.
Hoy, voy a demostrarle al mundo cómo de rápidas son las balas mal tiradas, pero a mi ritmo. Voy a cumplir todo aquello que siento, que pienso, que intento. Música, yo, tú, mar. Quiero ir a la playa en invierno y cocinar y reír y poner cada y sin que sea repetitivo; porque es la conjunción que quiero que me represente: nunca parar. Y. Y seguir hacia delante, porque qué más me da, no voy a dejar de ser quien soy. Voy a volver a saludar a la poesía que un día dije adiós cuando la inspiración se marchó,
como un trío cojo
como un acorde sin cuerda
Aquellas cosas pendientes que nos dejamos, que en realidad, dan igual y todos sabemos que no hace falta revivir. Pero me gusta lo amargo, decir qué guapa es esa chica que tiene miedo y se esconde bajo un escote, o bajo un baile, o bajo unos ojos bonitos. Y, sí, "y", sacarla a bailar.
Sin miedo, con tiempo, durmiendo, despacito y sin disparar, con brisa del mar, poesía, entre los hilos de tu manta, dejando unos puntos suspensivos que ya sabéis que son un "y" de lo más definido: futuro en silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario