lunes, 22 de abril de 2013
TÚ y tu sonrisa.
Y en ese último momento, en el que sientes una mezcla de desesperación y de caos en tu vida después de haber movido los hilos del destino, topas con alguien que te cambia. A lo mejor no la vida, no seamos exagerados, pero te cambia las noches. Te cambia la expresión monótona de una cara que últimamente está marcada por la tristeza a esa sonrisa ligera que te ilumina el alma. Es en ese momento en el que dejas de lado lo demás y comienzas a centrarte en lo realmente importante, tú. Es mejor no ofuscarse de nuevo, simplemente valórate como te mereces: a ti, a tus ojos, a tu sonrisa, a tus expresiones únicas que sacan a relucir el ángel que llevas dentro. Valora esa capacidad tan tuya para seducir cualquier objeto, por vano e insignificante que sea, pero no con tu cuerpo sino con tu bondad y carisma.
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...dentro de tí, hay una estrella, si lo deseas, brillará...
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