el corazón atenta.
Y tú solo eres un capítulo más...
Los días son tristes e iguales
ya no hay insulsas morales
que me hagan pensar que merece la pena.
Vuelvo a caer. Vuelvo a caer en la duda
de que entiendas esta locura,
de saber lo que debo hacer.
No bailaré el último vals,
ni gritaré al viento que muero;
sólo trataré de salvar este infierno.
No fingiré una sonrisa,
no batallaré contra la brisa
que me dejó el recuerdo del invierno.
Y ahora, que daño y desidia vuelven,
que las fuerzas se agotan,
que ni tu esencia sería suficiente,
que las flores ya no brotan.
Y ahora, que lo importante ha cambiado,
que el punto de inflexión ha variado,
que el ojo del huracán se ha atenuado,
soy yo la que dice "puede".
Vuelvo a caer.
Vuelvo a caer en la duda
de que entiendas esta locura,
de saber lo que debo hacer.
Sigue el camino que desees
y no irrumpas con infinitos porqués
solo olvida el pasado que te pesa,
deja en la mochila tan solo un libro de princesas.
Y finalmente llega la calma,
aquello que me hace venerar la magia,
que hace ver que entre mis prioridades
ha de destacar, por encima de todo, mi alma.
Pero vuelvo a caer.
Vuelvo a caer en la duda
de que entiendas esta locura,
de saber lo que debo hacer.
La poesía es el mejor recipiente para un buen cocktail de ideas.
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