lunes, 14 de octubre de 2019

Tadan.

No está pasando nada. Absolutamente nada. Y qué maravilloso es eso, ¿no? Que esté en calma el tiempo, que no te contesten un mensaje, no tener un plan. Puede que en ese momento entre el ansia por algo que deseas y te preguntes por qué no está pasando cuando en realidad lo mejor es respirar y ver todo lo bueno que tienes a tu alrededor.
Y es que no necesitas nada más. No necesitas ir a ese sitio, ni esa respuesta, ni a esa persona. Todo lo que importa lo tienes contigo ya, así que disfruta de ese momento de armonía y calma porque es cuando, en realidad, todo puede suceder.
Ponte cómodo, estás bien. Vives el momento, no mires la hora. ¿Qué más da con quien estarás al final de la noche? ¿Qué importa el final del fin de semana? Simplemente camina y respira a tu ritmo, no al suyo.
Trabaja a diario esa relación contigo mismo; es increíble lo muchísimo que eso llena. Ten una vida de la que tú te sientas atraído, de la que te sientas orgulloso. Quien entre en ella será porque quiera estar y porque tú le dejes. Autosuficiencia y plenitud.

No pretendas que suceda, solo deja que suceda.

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