Que tengo frío, y no estás. Que las lágrimas bajan por mis mejillas a toda prisa, y no me las quitas prometiéndome que todo saldrá bien. Que cuando tengo una alegría, no estás para compartirla. Que me despierto habiendo soñado contigo, y no estás para contártelo. Que huelo tu perfume, y cuando me doy la vuelta no eres tú quien lo lleva. Que escucho tu voz, y son sólo los recuerdos que el viento cruelmente me trae. Que quiero subirme a la azotea más alta, y no estás para cogerme por detrás y hacer como que volamos juntos. Que quiero nadar hasta que mi cuerpo se rinda, y no estás para darme oxígeno. Que necesito un abrazo de esos que cortan la respiración y un susurro al oído muy muy despacito que me escame la piel, y sólo oigo silencios. Que quiero tocar el cielo con la punta de los dedos, y no estás para auparme. Que quiero saborear algodón de azúcar y que de derrita en mi boca, pero mi boca no es nada sin la tuya. Que sólo deseo estar así contigo, y es sólo un espejismo.

Que un segundo más parece no ser nada pero a veces es tanto.
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