Dicen que las mejores historias son aquellas que no se han contado, las que se quedan flotando en algún lugar al que nadie ha logrado acceder; esperando a que los espíritus curiosos las recojan y las transformen en ondas ligeras y cambiantes.
Por otro lado, son esas aventuras las dignas de contar. Los besos robados que nadie descubrió, las promesas ilusas de un par de labios rotos de deseo, esas caricias que un día complacieron... Es cierto que hay algo atractivo en el pecado, en el riesgo, en las sonrisas prohibidas que no dejan de ser las azafatas de las mejores noches.
Pero ha de prevalecer lo que de verdad compensa, el cariño inmediato siempre que sea prolongado en el tiempo, unos "buenos días" que te levantan de verdad. Es justo en el momento de la verdad, ese momento en el que el hilo está apunto de romperse, te das cuenta de que no merece la pena o de que nunca mereció tanto la pena arriesgarse...¿no?
BUENAS NOCHES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario